Los abanicos como armas
LOS ABANICOS COMO ARMAS
A Chinpin-chan
realmente le gusta la cultura asiática así que probablemente veremos
mucho de ellos aquí, esta ves Chinpin-chan me contó la historia de que otros
usos le daban a los accesorios como los abanicos.
En el transcurso de
la historia los abanicos han sido usados en una gran variedad de áreas, por
ejemplo, en el antiguo Egipto, de donde son originarios, fueros exclusivamente
usados como herramientas que los esclavos utilizaban para ventilar a las clases
altas. Aunque la mayoría de países y culturas los incorporó en áreas como la danza,
la moda o incluso en rituales religiosos, en Japón serían desarrollados como
armas para la guerra.
El abanico formaba parte del equipamiento para distintas clases y rangos de
soldados, y existían tres variedades. El “gunbai” era exclusivo de oficiales de
alto rango, era un gran abanico de material macizo, usualmente madera o hierro,
y era utilizado como escudo para evitar flechas, a manera de sombrilla y para
dar órdenes a las tropas a través de señalizaciones.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS0-ac-CLxsLK6Prtg7UuMc04Wu-vgneW2wgJ82aaRgKFVyQGhHD6eEngAH6nOGAd9GH6dO8B9TCtuz0FG44e78GDtnkHMzjpK_rigks9wvMRO3Qy6ahI4LmfBho2v9j7___WECfKtR8/s640/abanicopequeno3.jpg)
Otro tipo de abanico de guerra era el “gunsen”, que era utilizado por guerreros
promedio, y aunque su fin esencialmente era para ventilarse, también podía ser
usado a modo de pequeño escudo para, de similar forma al anterior, evitar
flechas. Eran construidos de materiales menos macizos y resistentes que el
“gunbai”.
El “tessen” era parte del arsenal del samurái, y lo usaban con gran
versatilidad. Tenían la habilidad de no solo usarlo para protegerse evitando
flechas y dardos enemigos, sino que también podían usarlo como arma para
contraatacar e incluso lanzarlo como una arma arrojadiza, dado que este abanico
tenía como cualidad especial el estar hecho de finas y fuertes placas de hierro.
Incluso hubo escuelas donde se desarrollaron disciplinas de combate usando el
“tessen”. Uno de los aspectos que hacía más interesante a este abanico en
particular, es que estaba diseñado de tal forma que cuando estuviese plegado,
pareciese un abanico convencional, lo que facultaba a su usuario siempre
portarlo, incluso en los lugares donde no se permitían armas.
En el transcurso de la historia los abanicos han sido usados en una gran variedad de áreas, por ejemplo, en el antiguo Egipto, de donde son originarios, fueros exclusivamente usados como herramientas que los esclavos utilizaban para ventilar a las clases altas. Aunque la mayoría de países y culturas los incorporó en áreas como la danza, la moda o incluso en rituales religiosos, en Japón serían desarrollados como armas para la guerra.
El abanico formaba parte del equipamiento para distintas clases y rangos de soldados, y existían tres variedades. El “gunbai” era exclusivo de oficiales de alto rango, era un gran abanico de material macizo, usualmente madera o hierro, y era utilizado como escudo para evitar flechas, a manera de sombrilla y para dar órdenes a las tropas a través de señalizaciones.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS0-ac-CLxsLK6Prtg7UuMc04Wu-vgneW2wgJ82aaRgKFVyQGhHD6eEngAH6nOGAd9GH6dO8B9TCtuz0FG44e78GDtnkHMzjpK_rigks9wvMRO3Qy6ahI4LmfBho2v9j7___WECfKtR8/s640/abanicopequeno3.jpg)
Otro tipo de abanico de guerra era el “gunsen”, que era utilizado por guerreros promedio, y aunque su fin esencialmente era para ventilarse, también podía ser usado a modo de pequeño escudo para, de similar forma al anterior, evitar flechas. Eran construidos de materiales menos macizos y resistentes que el “gunbai”.
El “tessen” era parte del arsenal del samurái, y lo usaban con gran versatilidad. Tenían la habilidad de no solo usarlo para protegerse evitando flechas y dardos enemigos, sino que también podían usarlo como arma para contraatacar e incluso lanzarlo como una arma arrojadiza, dado que este abanico tenía como cualidad especial el estar hecho de finas y fuertes placas de hierro.
Incluso hubo escuelas donde se desarrollaron disciplinas de combate usando el “tessen”. Uno de los aspectos que hacía más interesante a este abanico en particular, es que estaba diseñado de tal forma que cuando estuviese plegado, pareciese un abanico convencional, lo que facultaba a su usuario siempre portarlo, incluso en los lugares donde no se permitían armas.
El Síndrome de Cotard
EL
SÍNDROME DE COTARD
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsGuJEzIQNETW38rNtMehMzxWf7JrZd1_6VeUVrfurRIMij_DtrC1LsTZptdyiHBAZ6dWvL2ELVI4G7Sj-3gd1MmKyIipSblYCbdFIdfRFUgtu1nagejMmUa68R7zmXbO0slBO_YfkDzo/s640/zombie.jpg)
Bueno, a Chinpin-chan realmente no le
agradan muchos los zombies, y menos las historias de personas que afirman que
son reales, por eso investigo y me contó sobre un curioso caso donde las
personas actuan como zombies.
Aunque existen películas como "White Zombie" en los últimos tiempos, muchas películas y series han hecho que estas criaturas recobren la popularidad de antaño, ya sea apelando al humor como “Zombieland”, o al aspecto más dramático y terrorífico que provocaría una epidemia zombie y su repercusión en el mundo, como la aclamada serie “The Walking Dead”.
Los zombies, o muertos vivientes, tienen su
origen fuera de la ficción en los mitos y leyendas nacidas en Haití.
Pero lejos de interpretaciones mágico-religiosas, existen casos reales de personas que se comportaban tal y como
hemos visto en la televisión o cine. Todo esto producto de una
enfermedad.
El síndrome de Cotard es una rara enfermedad del
tipo trastorno mental, fue descubierta a finales del silgo XIX, y
denominada “delirio de negación”.
Los pacientes que presentan esta enfermedad manifiestan una percepción distorsionada de la realidad, percibiendo de distintas formas a través de sus sentidos la sensación de estar muertos, o incluso en pleno proceso de descomposición.
Sentirán que sus órganos ya no trabajan, que su
corazón ha dejado de latir, que todas las partes que conforman su organismo
progresivament se están descomponiendo porque han dejado de funcionar en su
totalidad.
No importa la razón, explicación médica o
científica que se les dé, ellos mantendrán
este delirante estado. Producto de una aguda depresión u otros desordenes
metales como la esquizofrenia, e incluso como efecto secundario de ciertos
fármacos.
El tratamiento para esta enfermedad consiste en un régimen de antidepresivos y antipsicóticos, que no curarán plenamente al paciente, pero reducirán los síntomas de sentirse como un zombie.
El tratamiento para esta enfermedad consiste en un régimen de antidepresivos y antipsicóticos, que no curarán plenamente al paciente, pero reducirán los síntomas de sentirse como un zombie.
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